sábado, 20 de marzo de 2010

Violencia.

Son las 7:36 de la mañana, del once de marzo de 2004. Estacion de Atocha, Madrid.

Miramos solo nuestro ombligo hasta que el de al lado muere. Entonces nos percatamos de que hay otro ser humano a parte de nosotros mismos. Hugh Laurie dijo: "Las personas no cambian. La muerte es lo único que lo cambia todo".

La vida es sagrada. En el sentido de que es lo único que tenemos la seguridad de tener. La vita è bella, preciosa pero no siempre apreciada. Si mi filosofía de la vida consistiera en no vivirla, ¿para qué esforzarse en nada? Todo lo que empieza, acaba. No puedo seguir viviendo en esta vida tan cruel y me suicido pensando que habrá algo mejor tras la muerte. Tiene que haberlo.

Pero yo veo morir a una persona y lo último que piensa es: tendria que haber disfrutado más. Aristipo de Cirene planteaba el hedonismo como forma de vida: hay que conseguir el placer por encima de todo, sin importar cómo; para llegar a un fin tan preciado como el placer, que es la única vía para la felicidad, los medios están justificados. Sí señor. L'egoisme, le nouveau fragance pour homme, no es tan nueva como parece. El ser humano es pasional e hipócrita por naturaleza, pero nos podemos controlar para no desear la muerte a nadie, por lo general.

Aquella persona que quite la vida a alguien, valora tan poco su existencia como a la persona que acaba de asesinar, o es tan estúpida que no se ha parado a reflexionar sobre la muerte. La muerte es lo único que cambia algo porque sólo hay ser y no-ser. El ser es, el no-ser no es. Hay un cambio, un dejar de ser en la muerte, pero siguen siendo. Materialmente hablando, una persona muere y se descompone, pero sigue existiendo materialmente. Pero no habla, no responde, no hay actividad cerebral. Está muerta. ¿Qué es lo que cambia? ¿Qué es lo que deja de ser cuando morimos? Se va una parte de nosotros, esencial para vivir. Hay un llegar-a-ser que sólo se experimenta en la muerte.

Así, ésta es la utopía platónica de la vida. "Lo que mas ansiamos y esperamos conocer en la vida, sólo nos está esperado para después de la muerte. Y es ésta un umbral que habría que pasar sonriendo y con los ojos bien abiertos".

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