jueves, 24 de enero de 2013

E2. Erasmus Deuxième partie.

Llegar a Montpellier otra vez. La luz, más fuerte que la de Málaga. El clima más vasto, más enérgico. Desaparece gradualmente la brisa marina malagueña que te acaricia, te cansa, suaviza hasta las vivencias y emociones. Todo parecía más calmado, y yo venía viéndolo todo con ojos abiertos y preparados a ver más de lo que hay. Llego a la Place de la Comédie, a media tarde. El tiovivo, la fuente, y el tranvía de floripondios. Ya no me pierdo camino a la residencia. ¿Qué aprendí el semestre pasado?, me preguntaba mientras recordaba las paradas de memoria, en voz baja al unísono con la francesa que está dentro del altavoz de cada tranvía, mirando por la ventana, recordando cada rincón, cada alcantarilla, cada patisserie...

Aprendí un tercer idioma. Es muy distinto que el segundo. Ahora reflexionas sobre cómo aprendes otro idioma, vas más allá del mero hecho de aprender palabras y encadenarlas. Te fijas en lo humano. Tu forma de hablar se conforma en torno al rol de aquellas personas con las que hables más en francés. Cuando piensas en francés, lo haces a través de sus ojos, sus gestos y sus palabras. Te tomas sus pausas, y vives un poco su vida, a través de sus muletillas. Aprendemos por imitación a hacer algo por primera vez, como de la araña el tejer o del tejón el escavar.

Aprendí sobre la personalidad francesa. No hay que ser un genio para notar que su idioma y su forma de ser van de la mano. Cuidan mucho el esteticismo en el lenguaje. Da igual que sobre una palabra si queda bonito, da igual que no haya que decir "En fait" -de hecho-, para decir "Il est cinc heures et démi", siempre y cuando quede bien porque es un "en" con fonema nasal y una t suave al final, rozada, sensual, como su manera de vestir, como su comida, sus fonemas otra vez... El día menos pensado me excita un croissant. Les gusta el tabaco de liar porque es más sabroso y tiene su estilo retro, no porque sea más barato. No son muy diferentes, tienen sus defectos, pero en cuanto a la universidad, por ejemplo, saben hacerlo bien. Los alumnos se duermen en clases de 12 personas en su tercer -y último- año de carrera. Y nobody cares. La gente mete perros y bicicletas en el tranvía. Y nobody cares. Y un vagabundo pasa a las 12 de la noche al lado de un coche de policía, con el perro suelto y gritándome a mí, en la acera de enfrente, que si quiero "oro" (imagino que brown sugar). Y nobody cares. Me avisaron de que el país era liberal, y la verdad es que aquí noto que la gente juzga menos. Hay un chaval en mi clase al que habrían apedreado por pedante y teólogo hasta los más civilizados en el último curso de máster. Tiene una constante dialéctica con el profesor, por lo que no levanta la mano, y corrige al profesor cada vez que habla sobre Santo Tomás, San Agustín, Guillermo de Ockham o algún otro erudito reprimido.

Puedes tardar horas en terminar una conversación que empieza por "ça va?". Me recuerda a cuando suena un graznido de gaviota y le sigue otro, y luego otros dos, y luego cinco a menor distancia en el tiempo, y así hasta que resulta una infinidad de çavaes sin comienzo ni fin, superponiéndose, peleándose, graznando.

Ponen dispensadores de colonia en los cuartos de baño de cualquier gasolinera de extrarradio, los contratos de compañías telefónicas cuestan una cuarta parte; la carrera universitaria, menos la mitad; siendo estudiante -no sobrevives- vives por 500€ al mes. La publicidad agresiva on - line no te deja respirar, y en consecuencia la tentación de tirar el portátil por la ventana aumenta exponencialmente. Las chicas son guapísimas, y van con tacones de aguja no sólo a la biblioteca en época de exámenes, sino a clase un miércoles. Hacen botellón con zumos en vez de fanta o cocacola, y no te ponen sellos en las discotecas (por lo que luego no puedes salir, sino es para no volver).

He visto chicas paseando ratas en su escote por la calle... sip, más de una. He visto gente haciendo yinkanas en mitad de la rue, au centre ville, vestidos y pintados de un color enteros, y luego corriendo como descosidos. He visto conciertos gratis, y conciertazos tirados... mañana viene Fat Joe, famosísimo rapero estadounidense, por 15€ en la taberna de mala muerte donde la semana pasada me tomé una cerveza como si nada. En noviembre vino Vil Evans con su saxo, a provocar orgasmos en directo por 10€. Y en enero vine yo, con ganas de desayunar fajitas contigo, despertarme de pesadillas de madrugada y hacerte el amor, y volver a escuchar a mis profesores divagar sobre cuestiones que yo creía ya superadas... pero no. Sobre lo más estúpido se puede pensar más de una estupidez. Y sobre los más estúpidos, se puede escribir más de una estupidez.

domingo, 20 de enero de 2013

Invictus / Inconquistable.

En la noche que me envuelve,
Negra como un pozo insondable,
Doy gracias al dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias,
No he temido ni llorado
Ante los golpes del destino,
Si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llanto,
Acecha la oscuridad con su horror,
No obstante la amenaza de los años
Me halla, y me hallará, sin temor.

Ya no importa cuán largo haya sido el camino
Ni cuantos castigos lleve a la espalda,
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.

sábado, 19 de enero de 2013

Cabras.

Y creo que ayer encontré el sentido puro del carpe diem. Es el Tao, es el cristianismo, es siempre lo mismo. La felicidad está ahí, ahora, cógela. Atrévete a pensar. Piensa en lo que quieres. Atrévete a quererlo. Ahora hazlo. Sencillo. Jodidamente sencillo, teóricamente. El caso es, que no puedes evitar pensar en no cometer otra vez los mismos errores del pasado. Entonces buscaré qué hice mal. Pero ¿cómo voy a estar pendiente del presente si busco continuamente mis errores del pasado? Vive el presente quiere decir más "pon los pies en la tierra" que "disfruta del día". Quiere decir, no tengas demasiadas esperanzas de la vida -te decepcionará- ni te revuelques en un pasado atormentándote - pues ya lo has aprendido. ¿O no? ¿No lo has aprendido? Eso es porque no estabas lo suficientemente centrado en el presente, en aquel momento. Así que haz que tu futuro esté lleno de vívidos recuerdos sobre este presente. Ese es el sentido del carpe diem.

Solemos cerrar los ojos, Goleman no es tontico cuando dice que ante el dolor hay que abrirlos más. Experimenta el contraste y la pura contradicción vital. Hallamos el placer en el dolor y viceversa, porque todo es uno. Y porque estamos como puñeteras cabras.

7.49 am

¿Qué será eso
que he de encontrar
para sentir paz
para notar
la brisa del mar
para mirar
y de una vez ver
para tocar
y por fin sentir
para oir
y al fin entender?

Qué será eso
sólo lo sabe
el grandísimo
Hijo de puta que está en el cielo

Qué será eso.
No lo sé,
pero de no hallarlo en nadie,
en mí lo encontraré.

Quizás... no sólo en alguien,
y quizás no sólo en mí.
Será en todas las cosas,
menos donde parece que está.
No es el dinero,
ni un pedestal,
lo llevas desde niño,
pero nunca está,
en su pura forma,
ni en el mismo lugar.

Una pizca de cada cosa. Málaga, Marruecos, Guitarra, Taekwondo, Playa, Amigos, Internet, Cerveza, Leer. Escribir. No voy a restructurar el orden, ni incluir cosas en las que no haya pensado de un primer vistazo. Acabo de añadir escribir, supongo que porque lo daba por hecho. Es mi vida.