manifiestamente manifiesto mi pasión por tí
aunque parezca que no te das cuenta, creo que si
y no es por que mi corazón se divida en dos o en tres
razono que pertenece a más de una mujer
en cambio tu nombre rara vez quiero pronunciar
mi aliento cuando lo intenta se queda a la mitad
estos versos no son de poeta
rara vez tuve insipiración así
elocuente parece esta careta que
sólo me pongo para ti
increiblemente raro es que hace años que yo ya
no sentía tan fuerte mi corazón palpitar
creo que tampoco mi mente así colapsar...
rodeado de gente que baila a tu alrededor
en principio me siento peor que mejor.
inefable es el contradictorio sentimiento
bellísima la espera
lento el suplicio
efímero el amor
Alicia muchas veces habrá podido ver a un gato sin sonrisa, pero nunca a una sonrisa sin gato. "Siempre llegarás a alguna parte si caminas lo bastante". El gato de Cheshire.
jueves, 24 de octubre de 2013
miércoles, 23 de octubre de 2013
Savater, Voltaire y Carolina.
Llevo un tiempo leyendo El jardín de las dudas, de Fernando Savater. Me atrajo el título, y pensé que sería otra obra maestra pedagógica hecha para Amador. Sin embargo resultó ser la recreación de una correspondencia entre el filósofo Voltaire ya moribundo (aunque más vivo que nunca) y Carolina de Beauregard, Condesa de Montoro. No puedo más que admirar la elegancia, la elocuencia y la astucia con que están escritas las cartas del primero, y el humor, a veces cínico y otras risueño, que vehicula el sutil pensamiento de la segunda. No pretendo hacer una crítica literaria aunque me encuentro henchido de ganas ya antes de terminar el libro; me encanta, eso es todo, y quiero dejar constancia de las parrafadas que me gustan con el egocéntrico propósito de que algún día, cuando eche de menos las bellísimas palabras que derraman estos pensadores, vuelva a esta entrada del blog y las lea. Eso es, sólo por mi. Pero si de paso alguien quiere suicidar su yo lector haciéndose spoilers del libro, allá él.
Ah, por cierto: por qué se llame el Jardín de las dudas es algo a lo que le doy vueltas constantemente. Hasta ahora mi hipótesis favorita es que Savater ha querido representar una idea muy subjetiva de cómo era Voltaire para hacer un homenaje al sentido común, quien seguro que se lo agradece. No he visto palabras más ciertas en mucho tiempo, y la humanidad que transmite el libro me embelesa cada vez que lo leo. Es arte, auténtico arte, y no son más que sus cartas. En ellas se descubre, confiesa "pecadillos", critica la sociedad de su tiempo y se remonta al comienzo de la civilización para justificar su actual estado. Condena sin importarle las consecuencias (numerosos exilios) y adula cortés y humildemente, piensa como Voltaire y ama como una bestia, se enorgullece de sus decisiones y se arrepiente de sus pasiones. Es sencillamente humano. Si algo me dice el título es que incluso Voltaire, el mismísimo, era un ser humano, y esto es algo que me hace levantarme de mi jardín de las dudas. Se encuentra en una etapa de su vida en la que mira todo con perspectiva, y hace parecer todas sus aventuras de un carácter tan natural que te dan ganas de vivir intensamente. No sé cómo explicarlo, en definitiva, salvo con las palabras naturalidad, humildad, amor y sentido común.
He aquí los fragmentos.
"Vivo en un Madrid que no es capital ni nada que se le parezca sino simplón pueblo grande, lleno de moscas, de mierda, de rezos, de curas, de hembras sin cerebro ni instrucción bostezando tras sus rejas de gañanes embozados que no piensan más que en las fechorías de los bandoleros y en las estocadas de los matadores" - Carolina.
"Señora, la Tierra es un vasto escenario en el que una misma tragedia se interpreta bajo nombres diferentes. La ambición, la avaricia, el egoísmo, la vanidad, la amistad, el amor, el afán de conocer, la generosidad y el espíritu público: tales pasiones, combinadas en dosis diferentes y distribuidas socialmente de forma diversa han sido desde el comienzo del mundo y siguen siendo la fuente de cuantas empresas ha realizado la humanidad. Quien desee conocer los sentimientos, inclinaciones y derroteros de la vida entre los griegos o los romanos no tiene más que estudiar el modo de ser y de obrar de los franceses o los ingleses de hoy: no podrá equivocarse mucho si transfiere a los primeros la mayoría de observaciones que haya hecho sobre los segundos. El comportamiento humano es muy semejante en todas las épocas y en todas las latitudes. Se repiten los errores y los crímenes, así como también los esfuerzos en pos de hacer la vida más agradabley las costumbres más suaves. Los efectos de la superstición son muy variados. mientras que los de la razón son siempre idénticos. Podemos aventurar como regla general que cuando un uso o una creencia no tienen mejor argumento a su favor que las raíces tradicionales, su antigüedad real o supuesta, pertenece al orden del capricho o del fanatismo, pero nunca de la cordura. Las buenas leyes y los sentimientos de utilidad pública siempre pueden justificarse racionalmente, sea nuestro interlocutor blanco, amarillo o negro" -Voltaire.
"Me congratulo de las noticias que me hacéis llegar desde Vasconia. Hace tiempo yo creía que los vascos no eran más que rústicos pastores que danzaban por los Pirineos hablando entre sí y con sus vacas en un idioma que nadie más podía entender. Me sacaron de mi error el señor Altuna, el marqués de Narros y otros no menos ilustres representantes de un vasco diferente, más apto para servirnos de modelo hacia el futuro que empeñado en rememorar las muecas atávicas del pasado" - Voltaire.
"Sin duda este Dios del que os hablo no puede haber nacido de ninguna virgen, ni muerto en un cadalso, ni ser comido en forma de oblea, ni ciertamente ha inspirado esos libros que usted y yo conocemos, llenos de contradicciones, de demencia y de horror. [...] Pienso que el amor propio es necesario, pues termina reforzando la benevolencia social en lugar de contrariarla. Incluso os diría que el amor propio comparte muchas características con nuestro instrumento genital: nos es muy necesario, nos es muy querido, nos da abundante placer pero hay que procurar llevarlo tapado" - Voltaire.
"Digo y repito: ¡aplastad al Infame! Queréis saber a qué insigne Infame me refiero. No os lo oculto: al cristianismo. Me parece que ya son bastantes mil setecientos años de vilezas, disparates y persecuciones en nombre de la caridad fraterna. Siento una repulsión física por la mentira clerical y por su santidad homicida. [...] Sin duda la superstición es a la religión como la astrología a la astronomía: la hija muy loca de una madre cuerda" - Voltaire.
[En francés seguro que suena mejor, pero no lo he encontrado:]
¿Qué soy, dónde estoy, a dónde voy, de dónde vengo?
Somos átomos atormentados sobre este montón de barro,
a los que la muerte devora y de los que la suerte se burla,
pero átomos pensantes, átomos cuyos ojos
guiados por el pensamiento han medido los cielos,
en el seno de lo infinito lanzamos nuestro ser
sin poder ni por un momento vernos y conocernos
El mundo es un teatro de orgullo y de error,
lleno de infortunados que hablan de la felicidad" - Voltaire.
"Fontenelle solía terminar nuestras charlas de astronomía suspirando: Bueno, es ridículo ir subidos en una cosa que gira y atormentarnos tanto" -Voltaire.
"Nuestras desgracias no provienen de ninguna maldición bíblica sino de lo irremediablemente frágil de nuestra condición natural y de disparates y abusos que las sociedades consienten. La primera fuente de males no admite enmienda pero la otra ciertamente sí. El hambre, la peste y la guerra son tres de los ingredientes más famosos de nuestro bajo mundo. Quizá las dos primeras sean regalos de esa Providencia a la que tanto veneraba el obispo Bossuet. Pero la tercera, que convoca también la presencia de las otras dos, es fruto de la imaginación caldeada de doscientas o trescientas personas repartidas por el mundo bajo el título de príncipes o ministros. Mientras éste siga siendo el monstruo que despedaza a las multitudes, los filósofos moralistas que se dedican a condenar unos cuantos alfilerazos particulares pueden quemar sus libros; en tanto sea el capricho de unos pocos individuos degollar legalmente a millares de nuestros hermanos, la parte del género humano dedicada al heroísmo militar será lo más espantoso de la naturaleza entera. Para qué sirven y qué me importan la humanidad, la beneficencia, la modestia, la templanza, la dulzura, la sabiduría, la piedad, cuando media libra de plomo tirada desde una distancia de seiscientos pasos me destroza el cuerpo y muero con veinte años entre tormentos inenarrables, en medio de otros cinco o seis mil moribundos, en tanto mis ojos, que se abren por última vez, ven la ciudad en la que he nacido destruida por el acero y por las llamas, y los últimos sonidos que oyen mis oídos son los gritos de las mujeres y de los niños que expiran bajo las ruinas, todo para servir a los pretendidos intereses de un hombre al que no conocemos" - Voltaire.
Ah, por cierto: por qué se llame el Jardín de las dudas es algo a lo que le doy vueltas constantemente. Hasta ahora mi hipótesis favorita es que Savater ha querido representar una idea muy subjetiva de cómo era Voltaire para hacer un homenaje al sentido común, quien seguro que se lo agradece. No he visto palabras más ciertas en mucho tiempo, y la humanidad que transmite el libro me embelesa cada vez que lo leo. Es arte, auténtico arte, y no son más que sus cartas. En ellas se descubre, confiesa "pecadillos", critica la sociedad de su tiempo y se remonta al comienzo de la civilización para justificar su actual estado. Condena sin importarle las consecuencias (numerosos exilios) y adula cortés y humildemente, piensa como Voltaire y ama como una bestia, se enorgullece de sus decisiones y se arrepiente de sus pasiones. Es sencillamente humano. Si algo me dice el título es que incluso Voltaire, el mismísimo, era un ser humano, y esto es algo que me hace levantarme de mi jardín de las dudas. Se encuentra en una etapa de su vida en la que mira todo con perspectiva, y hace parecer todas sus aventuras de un carácter tan natural que te dan ganas de vivir intensamente. No sé cómo explicarlo, en definitiva, salvo con las palabras naturalidad, humildad, amor y sentido común.
He aquí los fragmentos.
"Vivo en un Madrid que no es capital ni nada que se le parezca sino simplón pueblo grande, lleno de moscas, de mierda, de rezos, de curas, de hembras sin cerebro ni instrucción bostezando tras sus rejas de gañanes embozados que no piensan más que en las fechorías de los bandoleros y en las estocadas de los matadores" - Carolina.
"Señora, la Tierra es un vasto escenario en el que una misma tragedia se interpreta bajo nombres diferentes. La ambición, la avaricia, el egoísmo, la vanidad, la amistad, el amor, el afán de conocer, la generosidad y el espíritu público: tales pasiones, combinadas en dosis diferentes y distribuidas socialmente de forma diversa han sido desde el comienzo del mundo y siguen siendo la fuente de cuantas empresas ha realizado la humanidad. Quien desee conocer los sentimientos, inclinaciones y derroteros de la vida entre los griegos o los romanos no tiene más que estudiar el modo de ser y de obrar de los franceses o los ingleses de hoy: no podrá equivocarse mucho si transfiere a los primeros la mayoría de observaciones que haya hecho sobre los segundos. El comportamiento humano es muy semejante en todas las épocas y en todas las latitudes. Se repiten los errores y los crímenes, así como también los esfuerzos en pos de hacer la vida más agradabley las costumbres más suaves. Los efectos de la superstición son muy variados. mientras que los de la razón son siempre idénticos. Podemos aventurar como regla general que cuando un uso o una creencia no tienen mejor argumento a su favor que las raíces tradicionales, su antigüedad real o supuesta, pertenece al orden del capricho o del fanatismo, pero nunca de la cordura. Las buenas leyes y los sentimientos de utilidad pública siempre pueden justificarse racionalmente, sea nuestro interlocutor blanco, amarillo o negro" -Voltaire.
"Me congratulo de las noticias que me hacéis llegar desde Vasconia. Hace tiempo yo creía que los vascos no eran más que rústicos pastores que danzaban por los Pirineos hablando entre sí y con sus vacas en un idioma que nadie más podía entender. Me sacaron de mi error el señor Altuna, el marqués de Narros y otros no menos ilustres representantes de un vasco diferente, más apto para servirnos de modelo hacia el futuro que empeñado en rememorar las muecas atávicas del pasado" - Voltaire.
"Sin duda este Dios del que os hablo no puede haber nacido de ninguna virgen, ni muerto en un cadalso, ni ser comido en forma de oblea, ni ciertamente ha inspirado esos libros que usted y yo conocemos, llenos de contradicciones, de demencia y de horror. [...] Pienso que el amor propio es necesario, pues termina reforzando la benevolencia social en lugar de contrariarla. Incluso os diría que el amor propio comparte muchas características con nuestro instrumento genital: nos es muy necesario, nos es muy querido, nos da abundante placer pero hay que procurar llevarlo tapado" - Voltaire.
"Digo y repito: ¡aplastad al Infame! Queréis saber a qué insigne Infame me refiero. No os lo oculto: al cristianismo. Me parece que ya son bastantes mil setecientos años de vilezas, disparates y persecuciones en nombre de la caridad fraterna. Siento una repulsión física por la mentira clerical y por su santidad homicida. [...] Sin duda la superstición es a la religión como la astrología a la astronomía: la hija muy loca de una madre cuerda" - Voltaire.
[En francés seguro que suena mejor, pero no lo he encontrado:]
¿Qué soy, dónde estoy, a dónde voy, de dónde vengo?
Somos átomos atormentados sobre este montón de barro,
a los que la muerte devora y de los que la suerte se burla,
pero átomos pensantes, átomos cuyos ojos
guiados por el pensamiento han medido los cielos,
en el seno de lo infinito lanzamos nuestro ser
sin poder ni por un momento vernos y conocernos
El mundo es un teatro de orgullo y de error,
lleno de infortunados que hablan de la felicidad" - Voltaire.
"Fontenelle solía terminar nuestras charlas de astronomía suspirando: Bueno, es ridículo ir subidos en una cosa que gira y atormentarnos tanto" -Voltaire.
"Nuestras desgracias no provienen de ninguna maldición bíblica sino de lo irremediablemente frágil de nuestra condición natural y de disparates y abusos que las sociedades consienten. La primera fuente de males no admite enmienda pero la otra ciertamente sí. El hambre, la peste y la guerra son tres de los ingredientes más famosos de nuestro bajo mundo. Quizá las dos primeras sean regalos de esa Providencia a la que tanto veneraba el obispo Bossuet. Pero la tercera, que convoca también la presencia de las otras dos, es fruto de la imaginación caldeada de doscientas o trescientas personas repartidas por el mundo bajo el título de príncipes o ministros. Mientras éste siga siendo el monstruo que despedaza a las multitudes, los filósofos moralistas que se dedican a condenar unos cuantos alfilerazos particulares pueden quemar sus libros; en tanto sea el capricho de unos pocos individuos degollar legalmente a millares de nuestros hermanos, la parte del género humano dedicada al heroísmo militar será lo más espantoso de la naturaleza entera. Para qué sirven y qué me importan la humanidad, la beneficencia, la modestia, la templanza, la dulzura, la sabiduría, la piedad, cuando media libra de plomo tirada desde una distancia de seiscientos pasos me destroza el cuerpo y muero con veinte años entre tormentos inenarrables, en medio de otros cinco o seis mil moribundos, en tanto mis ojos, que se abren por última vez, ven la ciudad en la que he nacido destruida por el acero y por las llamas, y los últimos sonidos que oyen mis oídos son los gritos de las mujeres y de los niños que expiran bajo las ruinas, todo para servir a los pretendidos intereses de un hombre al que no conocemos" - Voltaire.
Savater, El jardín de las dudas.
domingo, 6 de octubre de 2013
It's in the nights.
Brindemos. Por estas noches.
Por las noches absurdas, irracionales, vividas con el corazón, noches bajo ese foráneo pero a la vez acogedor contexto que nos permite decir unas burradas más considerables de lo corriente: un arte marcial que nos une, y una pasión generalizada por la música.
Por las noches que se alargan hasta que sale el sol, pero con naturalidad, haga de esa manera, nada forzado, nada fuera de lugar, todo perfecto, todo cerrado.
Por las noches donde enaltecemos las cualidades de los demás, porque, nada más salir a la luz, nos deslumbran con su personalidad. Pero antes, hay que perder la timidez, si se puede, con el ron más barato alguna vez hecho por el hombre.
Por esas noches de las que no quedan recuerdo alguno, porque ninguno quiere tener la pesada cámara en el bolsillo, porque sería demasiado mainstream, o porque nos la suda todo simplemente, porque sabemos que los recuerdos importantes quedan en la memoria, y no en la tarjeta de. Con naturalidad, haga de esa manera.
Por estas noches. Brindemos. Otra vez.
viernes, 4 de octubre de 2013
Punto de inflexión
Y esta parte de mi vida se llama punto de inflexión. Empiezo a estar en contacto con mis deseos, con mi yo, pero lo que veo hará daño a otras personas. ¿Es la única forma? Siempre fue mi sueño seguir mi instinto como único rasgo de personalidad fuerte que nos queda: actuar azarosamente para ser libre. Pero realmente, ¿qué es ser libre? ¿acaso actuar impulsivamente no es menos libre, al no tener tiempo de reflexionar y estar sumiso a la impulsividad de hacer algo ya, aquí, ahora? ¿y qué es el corazón? ¿es más que eso? ¿intentar ser justa una parte de tí que no tenga en cuenta a los factores ambientales, sino siempre "valores eternos" como la lealtad, la integridad personal...?
Ser libre no es libertad de movimiento. Ser libre no es estar en la cima de una montaña y respirar. Eso se llama senderismo, es otra cosa, mola mucho pero es otra cosa. ¿Qué más no es ser libre? Ser esclavo, estar sumiso, no a una persona, al menos en este primer mundo, sino a muchas. Ser un títere de la sociedad. La moda es una forma de esclavitud. El consumismo es otra forma de esclavitud. Al ser esclavos, nuestra vida se rebela, estamos en constante tensión por querer liberarnos y romper ciertas cadenas. No sé si alguno de mis profesores se haria un facepalm por ver cómo meto esta frase aquí, pero María Zambrano dijo: "Cuando la razón no sabe enamorar a la vida, ésta se rebela".
También ¿se puede ser esclavo de uno mismo? Pongamos un alter ego que coarte tu felicidad, un SuperYo material que no te deje hacer lo que tú quieres por miedo a lo que piensen, un miedo que se ha objetivado concretamente en "convenciones sociales". No hago lo que "está feo", no hago lo que "hará reírse a los demás de mí", se puede traducir, a veces, en un mero "no hago lo que me apetece".
Y ser libre no es "hacer lo que me apetece en todo momento" por esto: es más libre el que reflexiona y dice "me compensa más cuidar y (eg. mi integridad, el respeto a mí mismo y mi imagen pública) aguantándome las ganas de hacer x (eg. poner los cuernos, defecar en medio de la discoteca o robar una botella y llevarte un guantazo), que hacer x y perder mi y".
El problema de estar coartado por este yo, el problema de ser esclavo de uno mismo, es que uno se confunde cuando le preguntan ¿qué quieres? Por un lado quiere hacer lo que hace la sociedad, porque es más fácil rendirse al juego externo de deseos que meterse a la introspección y eliminar barreras hasta hallar el corazón. Eg. quiero ir a la discoteca, quiero beber, quiero jugar un partido de fútbol los domingos. Por otro lado no quiere hacer nada de eso, porque en realidad está cansado de ciertas rutinas, y aquí asoma su corazón. Pero por otro lado no quiere quedarse sólo en casa, porque entonces se enfrentará a él mismo, y aquí asoma su esclavitud. También quiere salir y conocer a nueva gente y vivir la vida de otro por un día, porque la suya le agota. Porque no halla paz. Porque no es capaz de hallar la paz donde los demás, necesita más. Porque no aceptas el conformismo pero de otra forma todo lo que viene te parece poco. Ve a buscar eso que te haga feliz. Esté "bien", o esté "mal".
No sé si busco algo erróneo, si mi perspectiva es errónea, si busco algo que no existe.. O si tú no existes. No sé si generalizo y esto es lo normal... O si todo debería ser algo más, no sé si me falta siempre algo o esto es lo que hay. No sé si te amo... o no quiero saber que no te amo.
Ser libre no es libertad de movimiento. Ser libre no es estar en la cima de una montaña y respirar. Eso se llama senderismo, es otra cosa, mola mucho pero es otra cosa. ¿Qué más no es ser libre? Ser esclavo, estar sumiso, no a una persona, al menos en este primer mundo, sino a muchas. Ser un títere de la sociedad. La moda es una forma de esclavitud. El consumismo es otra forma de esclavitud. Al ser esclavos, nuestra vida se rebela, estamos en constante tensión por querer liberarnos y romper ciertas cadenas. No sé si alguno de mis profesores se haria un facepalm por ver cómo meto esta frase aquí, pero María Zambrano dijo: "Cuando la razón no sabe enamorar a la vida, ésta se rebela".
También ¿se puede ser esclavo de uno mismo? Pongamos un alter ego que coarte tu felicidad, un SuperYo material que no te deje hacer lo que tú quieres por miedo a lo que piensen, un miedo que se ha objetivado concretamente en "convenciones sociales". No hago lo que "está feo", no hago lo que "hará reírse a los demás de mí", se puede traducir, a veces, en un mero "no hago lo que me apetece".
Y ser libre no es "hacer lo que me apetece en todo momento" por esto: es más libre el que reflexiona y dice "me compensa más cuidar y (eg. mi integridad, el respeto a mí mismo y mi imagen pública) aguantándome las ganas de hacer x (eg. poner los cuernos, defecar en medio de la discoteca o robar una botella y llevarte un guantazo), que hacer x y perder mi y".
El problema de estar coartado por este yo, el problema de ser esclavo de uno mismo, es que uno se confunde cuando le preguntan ¿qué quieres? Por un lado quiere hacer lo que hace la sociedad, porque es más fácil rendirse al juego externo de deseos que meterse a la introspección y eliminar barreras hasta hallar el corazón. Eg. quiero ir a la discoteca, quiero beber, quiero jugar un partido de fútbol los domingos. Por otro lado no quiere hacer nada de eso, porque en realidad está cansado de ciertas rutinas, y aquí asoma su corazón. Pero por otro lado no quiere quedarse sólo en casa, porque entonces se enfrentará a él mismo, y aquí asoma su esclavitud. También quiere salir y conocer a nueva gente y vivir la vida de otro por un día, porque la suya le agota. Porque no halla paz. Porque no es capaz de hallar la paz donde los demás, necesita más. Porque no aceptas el conformismo pero de otra forma todo lo que viene te parece poco. Ve a buscar eso que te haga feliz. Esté "bien", o esté "mal".
No sé si busco algo erróneo, si mi perspectiva es errónea, si busco algo que no existe.. O si tú no existes. No sé si generalizo y esto es lo normal... O si todo debería ser algo más, no sé si me falta siempre algo o esto es lo que hay. No sé si te amo... o no quiero saber que no te amo.
Existencialismo sartriano en Crónica del asesino de reyes.
"Verás, existe una conexión fundamental entre todo lo que uno parece y lo que uno es. Todos los niños Fata lo saben, pero vosotros, los mortales, no lo veis. Nosotros sabemos lo peligrosas que pueden resultar las máscaras. Todos nos convertimos en lo que fingimos ser.
Cronista se relajó un poco, pues pisaba terreno conocido.
- Eso es psicología elemental. Si vistes a un mendigo con ropa lujosa, la gente lo trata como a un noble, y el mendigo está a la altura de lo que esperan de él.
- Eso es sólo la parte más pequeña -replicó Bast-. La verdad es mucho más profunda. Es... -Bast se atascó un momento-. Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia.
Cronista arrugó la frente y despegó los labios, pero Bast levantó una mano.
- No, escúchame. Ya lo tengo. Conoces a una chica tímida y sencilla. Si le dices que es hermosa, ella pensará que eres simpático, pero no te creerá. Sabe que esa belleza es obra de tu contemplación. -Bast se encogió de hombros-. Y a veces basta con eso.
Sus ojos se iluminaron.
- Pero existe una manera mejor de hacerlo. Le demuestras que es hermosa. Conviertes tus ojos en espejos, tus manos en plegarias cuando la acaricias. Es difícil, muy difícil, pero cuando ella se convence de que dices la verdad... -Bast hizo un ademán, emocionado-. De pronto la historia que ella se cuenta a sí misma cambia. Se transforma. Ya no la ven hermosa. Es hermosa, y la ven.
- ¿Qué demonios quieres decir? - le espetó Cronista-. Solo dices tonterías.
- Lo que digo es demasiado profundo para que lo entiendas -dijo Bast con enojo-. Pero estás a punto de captarlo. Piensa en lo que ha dicho él hoy. La gente lo tenía por un héroe, y él interpretaba ese papel. Lo interpretaba como si llevara una máscara, pero al final se lo creyó. Su ficción se convirtió en realidad. Pero ahora...
- Ahora la gente ve a un posadero -dijo Cronista.
- No -dijo Bast en voz baja-. La gente veía a un posadero hace un año. Él se quitaba la máscara cuando salían por la puerta. Ahora él se ve a sí mismo como un posadero, y lo que es peor: como un posadero fracasado".
- Patrick Rothfuss, Crónica del asesino de reyes. El nombre del viento.
Cronista se relajó un poco, pues pisaba terreno conocido.
- Eso es psicología elemental. Si vistes a un mendigo con ropa lujosa, la gente lo trata como a un noble, y el mendigo está a la altura de lo que esperan de él.
- Eso es sólo la parte más pequeña -replicó Bast-. La verdad es mucho más profunda. Es... -Bast se atascó un momento-. Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia.
Cronista arrugó la frente y despegó los labios, pero Bast levantó una mano.
- No, escúchame. Ya lo tengo. Conoces a una chica tímida y sencilla. Si le dices que es hermosa, ella pensará que eres simpático, pero no te creerá. Sabe que esa belleza es obra de tu contemplación. -Bast se encogió de hombros-. Y a veces basta con eso.
Sus ojos se iluminaron.
- Pero existe una manera mejor de hacerlo. Le demuestras que es hermosa. Conviertes tus ojos en espejos, tus manos en plegarias cuando la acaricias. Es difícil, muy difícil, pero cuando ella se convence de que dices la verdad... -Bast hizo un ademán, emocionado-. De pronto la historia que ella se cuenta a sí misma cambia. Se transforma. Ya no la ven hermosa. Es hermosa, y la ven.
- ¿Qué demonios quieres decir? - le espetó Cronista-. Solo dices tonterías.
- Lo que digo es demasiado profundo para que lo entiendas -dijo Bast con enojo-. Pero estás a punto de captarlo. Piensa en lo que ha dicho él hoy. La gente lo tenía por un héroe, y él interpretaba ese papel. Lo interpretaba como si llevara una máscara, pero al final se lo creyó. Su ficción se convirtió en realidad. Pero ahora...
- Ahora la gente ve a un posadero -dijo Cronista.
- No -dijo Bast en voz baja-. La gente veía a un posadero hace un año. Él se quitaba la máscara cuando salían por la puerta. Ahora él se ve a sí mismo como un posadero, y lo que es peor: como un posadero fracasado".
- Patrick Rothfuss, Crónica del asesino de reyes. El nombre del viento.
jueves, 3 de octubre de 2013
Esa cosa que viaja por mi cabeza.
- ¿Sabes? Hace un tiempo tenía un montón de palabras en mi cabeza. Uf. Qué agobio. Ahora que lo miro con perspectiva, puedo decir que intentaba comprender todo lo que pasaba por mi cabeza dentro de un marco o teoría totalitaria. Ahora comprendo que no sólo se piensa pensando, sino también dejando fraguar los pensamientos en el subconsciente... comprendo que hay muchas formas de inteligencia y que no se puede abusar de una, ni de la introspección porque pierdes la conexión con la realidad, ni del práctico porque te olvidas de dedicarte un tiempo a ti... He aprendido, no mucho, no poco, no es definitivo, pero sí válido. Estoy contento.
- Bien, bien... ¿Ya no hay más palabras en tu cabeza?
- Jajaja, ¡gracias a Dios que sí! Pero ya no son palabras en plan intensas que me confundan... Si acaso me interesan, y dejo la pregunta fraguar... Pero no, ¡lo más interesante!... Es que apenas hay palabras.
- Es imposible que no haya nada. ¿Qué tienes?
- Música.
- ... música...
- 24/7, es lo que hay. La voz que antes me hablaba de filosofadas, que intentaba formar una teoría unitaria entre mi concepción sociológica, la psicológica, la intrapersonal, la histórica... ahora todo ello es música. Diría que empiezo a creer en que siguiendo mi camino, todo me será revelado.
- ¿Qué significa seguir tu camino?
- Pff... significa un montón de cosas, jajaja. Sigo muchos caminos, pero todos tienen mi toque personal y convergen.. Diría que equivale a hacer lo que me gusta hacer. La vida es muy corta para hacer lo que otro quiere que hagas.
- Pero ¿puedes hacer tanto tú solo, crear un camino desde cero?
- No me malinterpretes, todos creamos un camino único conforme lo andamos... Pero hay quien no ha pasado de la fase espejo para aprender a vivir, ya sabes... Como yo fui al principio y mucha gente imagino que también. Hay que transgredir, invadir el límite que es el yo. Hay que asaltarse, allanarse, hay que acogerse a uno mismo violentamente. Porque sólo fuera de los límites que tenemos en lo más profundo de nuestro aprendizaje a sobrevivir, podemos encontrar la autenticidad, la felicidad.
- Interesante.. Muy interesante.
- Bien, bien... ¿Ya no hay más palabras en tu cabeza?
- Jajaja, ¡gracias a Dios que sí! Pero ya no son palabras en plan intensas que me confundan... Si acaso me interesan, y dejo la pregunta fraguar... Pero no, ¡lo más interesante!... Es que apenas hay palabras.
- Es imposible que no haya nada. ¿Qué tienes?
- Música.
- ... música...
- 24/7, es lo que hay. La voz que antes me hablaba de filosofadas, que intentaba formar una teoría unitaria entre mi concepción sociológica, la psicológica, la intrapersonal, la histórica... ahora todo ello es música. Diría que empiezo a creer en que siguiendo mi camino, todo me será revelado.
- ¿Qué significa seguir tu camino?
- Pff... significa un montón de cosas, jajaja. Sigo muchos caminos, pero todos tienen mi toque personal y convergen.. Diría que equivale a hacer lo que me gusta hacer. La vida es muy corta para hacer lo que otro quiere que hagas.
- Pero ¿puedes hacer tanto tú solo, crear un camino desde cero?
- No me malinterpretes, todos creamos un camino único conforme lo andamos... Pero hay quien no ha pasado de la fase espejo para aprender a vivir, ya sabes... Como yo fui al principio y mucha gente imagino que también. Hay que transgredir, invadir el límite que es el yo. Hay que asaltarse, allanarse, hay que acogerse a uno mismo violentamente. Porque sólo fuera de los límites que tenemos en lo más profundo de nuestro aprendizaje a sobrevivir, podemos encontrar la autenticidad, la felicidad.
- Interesante.. Muy interesante.
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