lunes, 14 de septiembre de 2015

Tenemos un trato.

Con soberbia constancia el astro rey se levanta cada mañana
Y las brillantes estrellas mutantes resbalan en el frío de la noche
Hoy ha muerto un planeta, nació muerto, y se echó a reír
Y yo, estupefacto, enamorado,
y como siempre, a destiempo
Me eché a llorar

Indiferente vacío de huecos sin nombre al que llamamos hogar
Piérdete, universo, ya no quiero verte más
A menos que seas sólo uno
A menos que el cielo sea siempre el mismo atardecer sin pausa
A menos que cada átomo se mueva a mi antojo
A menos que un valle de lágrimas se llene de gozo
Y la muerte sea una broma pesada que asoma despistada

Prefiero mil y mil veces una eterna sonrisa quebrada
Un corazón abierto de superficie perlada
Unas tiritas fuertes que sujetaron la conciencia
Y escaparon de la muerte
Por huir de la nada

Prefiero mil y mil veces la eterna canción
Que surge desde los diez en tu corazón
Que no paraste nunca de perfeccionar
Y te dará el salto acrobático triunfal

Prefiero ver que ríes y sonríes sin parar
Y ya no somos tú ni yo
Ni quienes tengan que ser
Ya prefiero que seas tú, la que haga llover
Y en el cristal de mi casa
Que es el mundo
Te vea caer

Que controles el universo
Tengas el mundo a tus pies
Que lo hagas más bello
Y concibas el verso que me hará conmover, otra vez
Me hablas de pena y yo veo alegría
Tristeza creadora nietzscheana es tu aporía

Ana del Carmen camina altiva y poderosa
Ignora los males que hicieron tu costra
Déjales morir por dentro cuales hienas
Que gracias a ellos, te convertiste en rosa de primavera

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